Publicado en Cultura y Tradición

La pollera panameña

Pollera panameña

Panamá

La pollera es a Panamá, lo que el mojito es a Cuba, el tango a la Argentina, o el carnaval a Brasil: un orgullo, un símbolo de nacionalidad, identidad y pertenencia. Entre las vestimentas y trajes típicos del mundo, la pollera panameña sobresale como uno de los más espetaculares y distinguidos. La mujer que la lleva derrocha gracia en sus movimientos, elegancia en su andar y atrae las miradas de todo aquel con quien se topa en su camino.

Si bien hay variaciones en todas las regiones del país, existen principalmente dos tipos de pollera: la pollera montuna, que es la de vestir de diario o de trabajo; y la pollera de encajes o de gala, que es la que se usa para festejos o motivos importantes y que es una versión más elaborada de este vestido nacional. Acompañando a la pollera y, según el caso, las mujeres completan la vistimenta con diferentes accesorios.

La pollera montuna, ancha y confeccionada con tela calicó (de algodón), suele usarse con basquiñas o chambras: ambas con blusas, pegada al cuerpo la primera, y más suelta la segunda, que pueden ser blancas o de color.

Este conjunto puede terminarse con el cabello con trenzas y flores naturales, con un sombrero de paja o con peinetas doradas y algunos tembleques (flores hechas a mano que pueden ser de diferentes materiales, desde un fino alambre enroscado hasta escamas de pescado y seda).

La pollera de encajes, la más lujosa y delicada, ancha y con dos o tres divisiones, está muy decorada con lanas y cintas. Se usa con una blusa amplia de lino y también está confeccionada con bordados y encajes. Para vestir sus cabellos, las mujeres lucen este traje con peinetas importantes que pueden ser de oro y tembleques (generalmente blancos), en el resto de la cabeza.

Este vestido de gala se adorna con gran cantidad de joyas: cadenas, aros, pulseras, anillos y hebillas son solo algunas de ellas, que pueden ser de oro, perlas o piedras preciosas. Los zapatos se llaman chapines y pueden ser de satén o terciopelo, en general, muy planos y con una hebilla de oro, encajes y cintas.

Históricamente no hay muchos archivos, ni detalles exactos que revelen el origen de la pollera panameña, aunque algunos reconocen sus raíces en España.

En: Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.