
Un estudio del Royal Devon and Exeter Hospital llevado a cabo en fumadores de mediana edad con arrugas profundas mostró un resultado inesperado. Aquellos con el rostro muy marcado por arrugas tuvieron cinco veces más riesgo de padecer de trastornos pulmonares que los que presentaban una piel más lisa. El tener arrugas fue asociado con un grupo de síntomas conocido como Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que designa una serie de enfermedades crónicas y progresivas, que bloquean las vías de ingreso del oxígeno en los pulmones y restringen su circulación en el resto del cuerpo.
El trabajo se realizó sobre ciento cuarenta y nueve personas y sugiere que algunos individuos podrían tener una susceptibilidad genética a las arrugas y a la EPOC. Y que la piel de la cara podría ser un indicador del riesgo de esta enfermedad.
El enfisema también está asociado con una pérdida de elasticidad en los pulmones análoga al proceso que hace que la piel se arrugue.
Menos del 2% de los latinoamericanos que padecen EPOC lo saben […]. Es una enfermedad que progresa durante décadas en silencio. […] En la Argentina ocasiona seis mil muertes anuales. La organización Mundial de la Salud estima que la EPOC será la tercera causa de muerte en el mundo en 2020.
Es sabido que el hábito de fumar causa el prematuro envejecimiento de la piel y la mayoría de los casos de la EPOC. Sin embergado, no todos los fumadores la desarrollan. […].
Los investigadores ingleses creen que el hábito de fumar estimula enzimas que dañan el colágeno y el tejido elástico de la piel. Y aconsejan utilizar las arrugas faciales como signo precoz de la susceptibilidad a la EPOC, tal como la dificultad para respirar.
http://www.lanacion.com.ar (Adaptado) – Argentina, junio/2006.
(En Dominio – Curso de Perfeccionamiento – Nivel C. Madrid: Edelsa, 2011.)
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