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Colonia del Sacramento

Colonia 3

Uruguay

Pasear por las calles empedradas del barrio viejo de Colonia del Sacramento es un placer del que disfrutan tanto lugareños como turistas en cualquier estación del año.

Los fines de semana, Colonia se llena de argentinos que cruzan en barco desde la cercana Buenos Aires a disfrutar el ritmo tranquilo de sus calles y plazas. Los turistas recorren las tiendas de productos típicos, generalmente ropa confeccionada con lana o cuero. Asimismo, visitan los puestos de artesanía que se ubican alrededor de las plazas, en los que es difícil decidirse: ¿Unos posavasos de cuero repujado o una caja de alfajores? ¿Unos pendientes en amatista o unos guantes y gorro de lana hechos a mano? Quizás unos juguetes de madera para los niños, hechos por artesanos locales. Hay pata todos los gustos.

Después de las compras de la mañana, lo mejor es hacer una parada en algunos de los restaurantes locales. Aunque son pequeños preparan deliciosos platos típicos, tales como pastas caseras, carne asada, pescados y otros productos del mar, en cazuelas y ensopados o empanados y fritos. Para los postres, uno puede elegir flan con dulce de leche o ensalada de frutas con helado. Si bien estos dos postres son solos dos de las opciones disponibles, son también, sin lugar a dudas, los más solicitados. Después de la caminata y el almuerzo, nada mejor que una siesta para recuperar fuerzas.

Por la tarde, los que gustan de la historia están de suerte. Colonia del Sacramento fue fundada por los portugueses en 1680 como forma de ganar territorio americano a los españoles.

Colonia es, pues, la ciudad más antigua del Uruguay actual y ha sido nombrada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO gracias a su valor cultural. Como tal, cuenta con varios museos. Uno de los mejores es el Museo de los Azulejos, que posee una hermosa colección de azulejos portugueses. Uno de los aspectos más interesantes del museo es el edificio en el que está alojado: una casa antigua y bien preservada, de paredes anchísimas y puertas y techos bajos, característicos de la época.

Colonia tiene también algo que ofrecer a los enamorados. Muchas parejas de novios eligen celebrar aquí su boda por la belleza de su iglesia principal, la Iglesia Matriz, la más antigua del país. Si bien es pequeña y simple, el entorno de las calles empedradas y los siglos de historia que la rodean le dan un aire especial. No es raro toparse, al pasar cerca de la iglesia, con un grupo de festejantes tirando arroz a los novios. Quienes quieran pasar la luna de miel en Colonia tienen una buena opción en los hoteles antiguos de la ciudad que, con sus patios internos y sus fuentes, sus portones de hierro forjado y sus enredaderas, proporcionan un ambiente romántico único.

Al atardecer, la opción más popular es ir a compar unos bizcochos en la panadería y salir, con el mate bajo el brazo, a caminar por el puerto en compañía de amigos o família. Situado sobre el Río de la Plata, el pequeño puerto alberga botes y barcos veleros, turistas que deciden llegar por mar con su propio transporte, o lugareños que disfrutan saliendo a pescar río arriba. El puerto es también el sitio ideal para ir a pescar y son muchos los que aprovechan la oportunidad. Pero tanto para navegantes como para pescadores y turistas, deleitarse con la puesta del sol sobre el río, entre los barcos, es siempre el cierre perfecto para un fin de semana en Colonia de Sacramento.

(En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011)