
Argentina
En pleno siglo XXI, donde la tecnología, la ciencia y la medicina tradicional dan muestra de increíbles avances con el objetivo de mejorar la calidad de vida, una corriente de volver a las fuentes y a la naturaleza también está en auge. Porque, si bien los avances tecnológicos y la globalización trajeron aparejados enormes ventajas, también separaron al hombre de su sensibilidad innata y del contacto con la naturaleza: cuestiones fundamentales para entender y acompañar el crecimiento del ser humano y los ciclos de la vida.
Si, como alguien dijo una vez, la naturaleza es sabia, bastaría imitarla u observarla más detenidamente para volvermos, también, un poco más eruditos, inteligentes y seguramente más felices. En Argentina, el uso de las plantas medicinales como remedios naturales contra algunas afecciones o como ayuda preventiva para mantenerse saludable se ha vuelto popular, y sus enormes ventajas y benéficos efectos pueden comprobarse en poco tiempo. En forma de té o de tinturas, junto a cremas y lociones o simplemente con el contacto de ellas, todo es válido a la hora de curar, calmar o relajar.
Un hoja abierta de aloe vera, por ejemplo, desinflama y cicatriza cualquier quemadura; un té de hojas de tilo calma los nervios y una infusión de valeriana manda a dormir al insomnio más estresado. A las depresiones leves y la ansiedad se puede hacer frente con tisanas de hipérico, una planta de hojas amarillas con pétalos alargados en forma de estrella; y el aromático té de menta, además de ayudar a una buena digestión tiene propiedades expectorantes y carminativas.
Están al alcance de la mano, Y son mucho más económicas, sanas y naturales que los medicamentos tradicionales.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.
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