Publicado en Celebración

La Virgen de la Candelaria

Puno, Perú

Editores de la Revista Think Spanish

En Puno, en pleno altiplano peruano y cerca del lago Titicaca, existe una gran celebración donde la alegría, la música andina, las danzas incaicas y la fe se unen para dar honores a la Virgen de la Candelaria y a la Madre Tierra.

La devoción a la imagen de esta virgen se halla muy extendida en Latinoamérica, ya que se venera en casi todos los países de América donde España impuso su religión. La figura de esta santa madre fue traída desde España a Puno el 2 de frebrero de 1583, momento en el que los indígenas autóctonos iniciaron su conversión al catolicismo.

La festividad, que se desarrolla en el mes de febrero es una de las más grandes celebraciones de Sudamérica junto con el carnaval de Rio de Janeiro en Brasil y el carnaval de Oruro, en Bolivia.

Esta fiesta del altiplano andino esta llena de símbolos y manifestaciones artístico-culturales de la cultura quechua, aymara y mestiza. Es por este motivo que, en noviembre de 1985, el gobierno del Perú designó a Puno Capital del Folklore Peruano. La actividad en honor a la Virgen de la Candelaria se inicia el 2 de febrero y se prolonga durante quince días.

Es en la primera semana donde la fiesta llega a su apogeo. A la misa de la iglesia San Juan Bautista y la procesión a la Plaza de Armas, le sigue un desfile de grupos folklóricos en dirección al estadio Enrique Torres Bellón.

En este lugar deportivo se congregan unas setenta bandas musicales, algunas conformadas por trescientas personas, entre músicos y bailarines. Todas estas agrupaciones esperan ganar el concurso de danzas folclóricas. La música y la danza son variadas, dependiendo de la región del Perú de dónde provengan los danzarines. Los ritmos del huayno y de la saya colorean el ambiente del recinto deportivo. Las bombardas por todo lo alto hacen vibrar al expectante pueblo puneño.

Centenares de visitantes locales y extranjeros llenan las calles y las graderías del estadio, en una magna fiesta en la que todos se contagian. Música andina, máscaras, disfraces de ángeles y demonios se mezclan con un único objetivo: dar honores a la querida imagen de la Virgen de la Candelaria. Bastarán solo ocho minutos de coreografías para que los jueces decidan qué banda artística ganará el título del año. Bastarán solo ocho minutos para escoger como ganadora a una banda que destaque entre las demás por el ritmo, color, fuerza y sentimiento.

La tradición incaica y aymara llega a su plenitud en esta festividad. No cabe duda que Puno es la capital folklórica del continente.

En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.