México
Editores de la Revista Think Spanish
«La pintura llenó mi vida. Perdí tres hijos y otra serie de cosas que hubieran podido llenar mi horrible vida. Todo eso lo reemplazó la pintura.»
«Para estar desesperada, más vale ser productiva. Siempre es algo que le robamos a la pura y simple autodestrucción…»
Estas palabras son de Frida Kahlo y dejan vislumbrar algo de lo que fue su vida. Una vida llena de dolor, tristeza, desesperación, pero también de luz, pasión, amor, fuerza y resistencia. Una vida corta pero intensa. ¿Por qué será que la mayoría de los que viven una vida tan intensa, viven pocos años? Quizás porque de otro modo no la aguantarían.
Nació en México en 1907. En la adolescencia tuvo un terrible accidente que le cambió la existencia para siempre. Como consecuencia, no solo no pudo tener hijos, sino que el dolor físico la acompañó en todo momento: la operaron más de siete veces de la columna, tres de una pierna (que al final terminó perdiendo), y todo su cuerpo fue un constante sufrir. Comenzó a pintar “sin prestar mucha atención”, casi por casualidad, postrada en una cama y para mitigar su soledad y sus largas horas de convalecencia. A través de su obra se expresaba y se liberaba: “La fuerza de lo que no se expresa es implosiva, arrasadora, autodestrucctiva. Expresar es liberarse”, aseguraba.
Sus cuadros están llenos se símbolos. Todos representan su realidad, su vida y la de sus seres queridos. Cuando le preguntaban por qué pintaba tantos autorretratos, ella contestaba que se retrataba a sí misma porque pasaba mucho tiempo sola y porque era el motivo que mejor conocía. Sus cuadros son femeninos, sinceros, sensibles y feroces.
Se casó con Diego Rivera, famoso muralista mexicano. Su amor por él fue inmenso, inagotable, incondicional. Juntos participaron políticamente en el partido nacional-socialista y viajaron por Europa y Estados Unidos, donde Frida exhibió por primera vez, en Nueva York, su obra individualmente.
Fue una relación tormentosa que superó las infidelidades de él, los amoríos de ella, las obligaciones de trabajo de Diego, los problemas de salud de Frida, varios abortos, el divorcio y otra vez el matrimonio. La pasión que los unió los acompañó hasta sus últimos días.
Frida murió en 1954. Su último cuadro, una naturaleza muerta en el que se ven unas sandías abiertas, se titula “Viva la vida”. Sus últimas frases escritas en su diario íntimo, “Espero alegre la salida… y espero no volver más”, resumen su paso por esta vida.En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
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