Ríos de salsa roja fluyen por las calles de Buñol (Valencia) como si de lava de un volcán en erupción se tratara. La imagen de miles de personas protagonizando una guerra «pacífica» de tomates lleva años dando la vuelta al mundo y es que «La Tomatina» es una de las fiestas españolas más conocidas allende las fronteras del país.
Como ocurre con muchas otras celebraciones populares, esta tradición surgió de forma casual. En agosto de 1945 un grupo de jóvenes se enzarzó en una pelea en la plaza del pueblo a la que cada vez se fue sumando más gente. El destino quiso que hubiera cerca un puesto de verduras y frutas en los alrededores con las cajas expuestas en la calle para su venta, por lo que los implicados en la tangana cogieron tomates y empezaron a tirárselos unos a otros, empezando una auténtica batalla campal. La policía tuvo que mediar en el asunto y los responsables del altercado pagar todos los destrozos.
El tremendo alboroto no se olvidó y al año siguiente, al llegar el mismo miércoles de agosto, los jóvenes de Buñol volvieron a reunirse en la plaza, llevando esta vez ellos los tomates. Desde entonces y hasta hoy, cada último miércoles del mes de agosto se celebra «La Tomatina».
A pesar de la oposición de las autoridades locales durante los primeros años, lo cierto es que el Ayuntamiento es quien organiza la fiesta y quien compra las más de 120 toneladas de tomates que se lanzan en poco más de una hora.
El ritual de «La Tomatina» empieza con la empalmá, que es una larguísima noche de fiesta que se «empalma» con la mañana. Así, antes del gran momento, los habitantes de Buñol se reúnen para tomar juntos un desayuno y coger fuerzas para la lucha.
Al punto del mediodía, cinco grandes camiones llenos de tomates hasta arriba descargan su mercancía en la plaza del pueblo para abastecer las manos de las más de 25.000 personas que cada año se congregan en este pueblo valenciano.
El secreto para que esta sea una batalla sin heridos consiste en aplastar las hortalizas antes de lanzarlas. En los últimos momentos de esta guerra sin igual, los tomates están tan chafados que pierden su consistencia por lo que a los combatientes solo les queda restregarlos contra el vecino o bañarse en su salsa.
Calzadas, paredes, farolas, coches y árboles quedan teñidos de un rojo intenso. Sin embargo, los participantes en la contienda se ponen a la obra para limpiarlo todo y hacer que, en menos de dos horas, no quede ni rastro de «La Tomatina».
Exhaustos por la batalla, los buñolenses se retiran a sus casas para iniciar una «siesta popular», una tradición casi tan antigua como esta guerra de tomates única en el mundo.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
Cada año, cuando comienza el mes de agosto, los salvadoreños están de fiesta. Del 4 al 6 de ese mes le rinden homenaje a su patrono, San Salvador del Mundo, y las festividades que se organizan en su honor son unas de las más importantes del país.
Durante toda la semana, los habitantes participan de desfiles, procesiones y actos religiosos y culturales. Las actividades culturales y recreativas van desde los conciertos de música folklórica hasta espetáculos de fuegos artificiales. También se organiza una feria donde los presentes pueden comprar recuerdos de su patrono y otras artesanías. Aunque se trata de una celebración nacional, habitantes de la capital son los que cuentan con la agenda más abultada ya que casi todas las actividades se concentran allí.
Los actos religiosos se realizan en la Basílica del Sagrado Corazón y la atracción principal es la tradicional «bajada» o procesión del santo, la cual hace un recorrido por las calles principales del centro de San Salvador rerpresentando la transfiguración de Jesucristo.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
Diego Rivera nació en 1886 en Guanajuato (México) y fue uno de los pintores más famosos e importantes del mundo. Mujeriego, imponente, escandaloso, feo y encantador, Rivera fue uno de los máximos representantes, si no el mayor, del muralismo mexicano, aunque su obra también incluye trabajos como pintor de cabalete, dibujante e ilustrador. Su aporte al mundo del arte moderno fue decisivo.
Diego Rivera fue un pintor revolucionario que siempre buscó llevar su arte, de gran contenido social, a la gente, a las calles, a los techos y paredes de edificios públicos ya que consideraba que el arte debía servir a la clase trabajadora y estar a su alcance.
Estudió Bellas Artes en México y luego en Europa, donde vivió varios años, se enriqueció con los distintos movimientos culturales y pictóricos. También visitó la Unión Soviética, cuna de los ideales políticos. De regreso a México en 1921, fundó el Partido Comunista Mexicano y se casó con la pintora Frida Kahlo. Ambos combinaron su trabajo artístico con una agitada actividad política. En Rivera estaban tan mezcladas ambas expresiones que en la mayoría de sus murales se ven reflejados sus ideales: revolución social mexicana, resistencia a la opresión extranjera, la valoración del indígena, sus raíces, el pasado y el futuro de su país.
Su fama le llevó también a vivir y exponer su obra en Estados Unidos, aunque en su país natal es donde se encuentra su legado más importante. Decoró muchos edificios y ministerios públicos; dos de los más conocidos e importantes son «La Tierra Fecunda» en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo y el mural con su propia interpretación sobre la historia de México, en el Palacio Nacional de la Capital.
Murió el 24 de noviembre de 1957 en su casa de San Ángel de la ciudad de México.
«Era un hombre adorable que no sabía dar la cara en su vida personal pero que en su vida pública era un luchador. Era muy capaz de pararse en público y demoler, por ejemplo, a los Rockefeller en diez minutos.» (Louise Nevelson)
«Vuelvo a verte con tu estatura monumental, tu vientre siempre adelantándose, tus zapatos sucios, tu viejo sombrero alabeado, tu pantalón arrugado, y pienso que nadie podría llevar con tanta nobleza cosas tan estropeadas.» (Elena Poniatowska)
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira) – Adaptado.
«La pintura llenó mi vida. Perdí tres hijos y otra serie de cosas que hubieran podido llenar mi horrible vida. Todo eso lo reemplazó la pintura.»
«Para estar desesperada, más vale ser productiva. Siempre es algo que le robamos a la pura y simple autodestrucción…»
Estas palabras son de Frida Kahlo y dejan vislumbrar algo de lo que fue su vida. Una vida llena de dolor, tristeza, desesperación, pero también de luz, pasión, amor, fuerza y resistencia. Una vida corta pero intensa. ¿Por qué será que la mayoría de los que viven una vida tan intensa, viven pocos años? Quizás porque de otro modo no la aguantarían.
Nació en México en 1907. En la adolescencia tuvo un terrible accidente que le cambió la existencia para siempre. Como consecuencia, no solo no pudo tener hijos, sino que el dolor físico la acompañó en todo momento: la operaron más de siete veces de la columna, tres de una pierna (que al final terminó perdiendo), y todo su cuerpo fue un constante sufrir. Comenzó a pintar “sin prestar mucha atención”, casi por casualidad, postrada en una cama y para mitigar su soledad y sus largas horas de convalecencia. A través de su obra se expresaba y se liberaba: “La fuerza de lo que no se expresa es implosiva, arrasadora, autodestrucctiva. Expresar es liberarse”, aseguraba.
Sus cuadros están llenos se símbolos. Todos representan su realidad, su vida y la de sus seres queridos. Cuando le preguntaban por qué pintaba tantos autorretratos, ella contestaba que se retrataba a sí misma porque pasaba mucho tiempo sola y porque era el motivo que mejor conocía. Sus cuadros son femeninos, sinceros, sensibles y feroces.
Se casó con Diego Rivera, famoso muralista mexicano. Su amor por él fue inmenso, inagotable, incondicional. Juntos participaron políticamente en el partido nacional-socialista y viajaron por Europa y Estados Unidos, donde Frida exhibió por primera vez, en Nueva York, su obra individualmente.
Fue una relación tormentosa que superó las infidelidades de él, los amoríos de ella, las obligaciones de trabajo de Diego, los problemas de salud de Frida, varios abortos, el divorcio y otra vez el matrimonio. La pasión que los unió los acompañó hasta sus últimos días.
Frida murió en 1954. Su último cuadro, una naturaleza muerta en el que se ven unas sandías abiertas, se titula “Viva la vida”. Sus últimas frases escritas en su diario íntimo, “Espero alegre la salida… y espero no volver más”, resumen su paso por esta vida.En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
La revolución llega a Pamplona cada 7 de julio. Ese día empiezan las fiestas de San Fermín. Sin duda, una de las más fsmosas de España. Durante una semana, el desenfreno inunda las calles de la ciudad y ríos de vino corren de boca en boca, entre bailes y canciones populares, que no dan tregua al descanso. Las imágenes de jóvenes vestidos de blanco com sus fajas y pañuelos rojos corriendo delante de inmensos toros bravos dan la vuelta al mundo cada año, mostrando así una tradición ancestral que encoge el corazón de los telespectadores. La fama internacional de que gozan estas fiestas pamplonesas debe agradecerse, en gran medida, al escritor norteamericano Ernest Hemingway, quien en su novela The sun also rises ensalzaba estas celebraciones.
Tradición Ancestral
No obstante, las fiestas de San Fermín se celebran desde hace más de cuatrocientos años. Cuentan los historiadores que los Sanfermines sugieron de la unión de tres fiestas diferentes: las de carácter religioso en honor al santo y que existen desde la época de los romanos, las ferias comerciales y las taurinas, organizadas ambas a partir del siglo XIV. En 1591 nacieron los Sanfermines, que en su primera edición se prolongaron durante dos días y contaron con pregón, actuaciones musicales, torneo, teatro y corrida de toros. En años sucesivos, mientras las fiestas crecían en días, se fueron intercalando nuevas diversiones como los fuegos artificiales y las danzas.
Desde 1941 el pistoletazo de salida la da el chupinazo, un cohete de gran potencia que se lanza el 6 de julio a las 12 del mediodía desde el balcón del Ayuntamiento. En ese momento los pamplonicas se duchan, literalmente, con litros y litros de vino tinto, bebida también preferida durante toda la semana.
En los bares y los chiringuitos, el alcohol se vende en cantidades industriales que ayudan a mantener los ojos abiertos durante tantos días. Las sanfermineras, con letras mordaces y divertidas, son escuchadas por todas las esquinas.
El Encierro
El encierro es el momento estrella de las fiestas de San Fermín. Antes de las ocho de la mañana, hora puntual del inicio, las bandas musicales tocan por las calles para despertar a los que quieran correr o ver el emocionante espetáculo. Aunque en televisión parecen interminables, los encierros son carreras muy cortas, de unos tres minutos de duración que se corren a gran velocidad a lo largo de unos ochocientos metros. Para este reto hay que estar preparado. De hecho, los auténticos pamplonicas que se plantan delante de las bestias entrenan todo el año para ser capaces de aguantar la velocidad y la resistencia necesarias para estar delante de seis toros, ocho cabestros y tres mansos sueltos que les persiguen. Acabada la carrera, los toros llegan a la plaza para morir en apasionantes corridas.
Por desgracia, cada año hay varios heridos, e incluso muertos en algunas ocasiones, como resultado de las heridas o contusiones que sufren durante los encierros. La falta de sueño y la valentía inconsciente que da el exceso de alcohol son malos compañeros para las decenas de jóvenes que se ponen a correr delante del toro por las estrechas calles del casco antiguo de Pamplona. Los extranjeros suelen ser los peor parados posiblemente porque la falta de información y el desconocimiento del español les hacen no prestar atención a las indicaciones y advertencias que los organizadores transmiten a los asistentes.
Y así, entre cabezadas en parques, plazas y portales, borracheras y mucha, mucha juerga transcurren los sanfermines hasta que el día 14, a las 12 de la medianoche, llegan oficialmente a su fin. Es el momento de cantar el «¡Pobre de mí!«, quitarse el pañuelo del cuello y encender velas en señal de tristeza, no sin antes alegrarse de que ya falta menos para las fiestas del año que viene.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
¡Viva San Fermín!. Gora San Fermín!… ¡Pobre de mí, pobre de mí, que se han acabado las fiestas de San Fermín!
Hace tan sólo algunas décadas atrás, anunciar o mostrar públicamente la celebración ritual de nuestra gratitud con el Sol, (21 de junio), era impensable y motivo de vergüenza. Sí, era causa de mofa social. Ignorantes nos llamaban los «ilustrados».
Ahora, la celebración de la gratitud y clamor al Padre Sol para que vuelva con su calor lo más antes posible en estas épocas de noches largas y más frías, se va convirtiendo casi en un motivo de orgullo y reconstitución de las identidades y espiritualidades de los pueblos.
Nadie sabe a «ciencia cierta» en qué fecha exactamente celebraban nuestros abuelos el Willka Kuti o Inti Raymi. Se asume que es en el momento del solsticio del invierno (21 de junio), pero la ciencia modélica hegemónica tampoco puede establecer con exactitud el instante en el que ocurre, en todo el hemisferio del Sur, el solsticio del invierno.
Lo cierto es que hay tantos años nuevos, en fechas diferentes, como pueblos existen en el mundo. Los pueblos mayas tienen tres o dos calendarios, y con sus propias fechas de año nuevo. Aymaras, mapuches y quechuas celebramos nuestro año nuevo el 21 de junio. Occidente celebra el 1 de enero. Los judíos, musulmanes, en fechas diferentes….
La colonización occidental, en su intento de colonización/cristianización, persiguió/castigó con el suplicio a nuestros abuelos para escarmentarnos y así evitar que coexista la diversidad de estilos de vida en el Planeta. Lo hicieron durante la colonia europea y lo hacen aún en la actual colonia republicana.
Pero, muy a pesar de la violencia de la modernidad y el culturicidio del cristianismo, en esta parte del mundo, la mística de la resistencia creativa puede más que la violencia destructiva de siglos.
Aún recuerdo. Mis padres, que ya celebran Willka Kuti desde el fecundo vientre de la Pachamama, bajaban hacia los barrancos más inaccesibles, a la media noche, a escondidas incluso de su hijos, para vivir, realizar, sus ceremonias ancestrales de gratitud con la Tierra.
Al parecer, esos tiempos cuando la espiritualidad de la Vida era motivo de persecución, vergüenza y muerte, seden como consecuencia de las nefastas consecuencias de destrucción y muerte que la colonización/cristianización impuso (universalizó) en el mundo.
Por eso, el Año Nuevo Andino, no debe ser únicamente celebración del retorno del calor solar al hemisferio Sur en estos tiempos de noches largar y frías, donde todo parece morir, sino también debe ser una celebración de la incipiente y creciente victoria de las espiritualidades de la Vida sobre las religiones y doctrinas coloniales de muerte y sus monocultivos culturales.
No somos individuos. Somos comunidad. No somos dueños. Somos parte de la comunidad cósmica. No somos átomos aislados en el pluriverso. Somos comunidad dependiente de todos los seres de la comunidad cósmica. Por eso, nuestra gratitud con el Tayta Inti (Padre Sol) es tan real como el frío o el calor que sentimos en el cuerpo.
La Semana Santa conmemora los últimos días de la vida de Cristo. La Pascua es el recordatario de la muerte y la resurrección de Cristo.
De hecho, la palabra «pascua» significa «paso» de la muerte a la vida. En Argentina, todos los Jueves Santos al mediodía se celebra una misa en la catedral o en las iglesias. Por la tarde, se oficia una misa de la cena del Señor en donde se rememora la última cena de Cristo con los doce apóstoles.
En Viernes Santo se rememora la cruxificación; en algunas casas católicas se practica el ayuno. Algunos también lo consideran un día de silencio y reflexión. En muchas ciudades, se celebra con peregrinaciones que evocan el sacrificio de Cristo y también pasajes bíblicos.
El sábado está dedicado al lamento por la muerte de Cristo mientras que el «Domingo de Pascua» es un día de celebración familiar. Se celebra la fiesta de la Cristiandad, que es la creencia en la resurrección.
Uno de los símbolos que se utliza en la Pascua son los huevos, que se asocian a la fiesta aunque tengan un origen pagano para que los chicos se diviertan. Muchas familias acostumbran hacer una búsqueda de huevos. El huevo de Pascua es de chocolate y está relleno de confites y sorpresas que generalmente consisten de pequeños juguetes de plástico. Los huevos tienen diferentes tamaños. ¡Los hay hasta de dos kilos!
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011.
Vente conmigo y haremos Vente conmigo y haremos Una chocita en el campo Y en ella nos meteremos
Una casita en el campo Y en ella nos meteremos (Dale)
La Guitarrina… Y a la Guitarrina Su padre le va a comprar Y que pa’ la feria un mantón de lina
Su padre le va a comprar Y que pa’ la feria un mantón de lina
Era mi primita hermana una linda carlotera (Toma, que toma, tómala) Se manda a hacer un vesti’o Y no le paga a la costurera
Un reloj marca’o… Un reloj marca’o con las horas Y los minutos del mal paguito Que tú me has da’o
«Dame dos pesetas» («No me da la gana») «Cógete del brazo (Vamos pa Triana»)
Tu mari’o en la era, yo con el fraile
Y ahora sí que no paso yo Por debajo de tu balcón No se vaya a desprender Y a mí me mande a San Juan de Dios
Si tú quieres bailar la rumba Con la pata atrás Si quieren saber… Si quieren saber Los pasos que doy Los pasos que doy Vente tras de mí Que a Triana voy Y a Triana voy
Tú lo quitas, yo pongo Tú lo quitas, yo los pongo Carteles por las esquinas…
Y al pasar por la calle la Amparo Una vieja a mi me llamó Y me trajo unas tijeras Con más mojo que un latón
Y el amola’or, y el afila’or Que afila cuchillos, que afila navajas Que traigo la pie’ra del amola’or Mi niña… le gustan las papas con arroz
Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón (Tu mari’o en la era, yo con el fraile) Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón (Tu mari’o en la era, yo con el fraile) Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón
Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón (Tu mari’o en la era, yo con el fraile) Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón
Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón (Tu mari’o en la era, yo con el fraile) Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón Trototrón, trototrón, trototrón, trototrón
Desde el año 2012, cada 21 de marzo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Internacional de los Bosques. El objetivo de este evento es concientizar sobre la necesidad de proteger y preservar las áreas forestales del planeta y las distintas especies que las habitan. Para 2020 el tema seleccionado para este día es: “Los bosques y su biodiversidad son demasiado preciosos como para perderlos”.
Desde CLAC reconocemos que los bosques son los pulmones de nuestro planeta, y debido a la deforestación hoy representan solo un tercio de la superficie terrestre. Esta actividad, lamentablemente, continúa a un ritmo imparable, con talas superiores a los 14 millones de hectáreas al año, y existen cada vez mayores superficies que se encuentran en peligro a pesar de las áreas protegidas que se gestionan en todo el mundo.
Los bosques cobijan casi todas las actividades humanas y son la fuente de donde se extraen todos los alimentos, vestimenta, medicinas, etc., que necesitan los seres humanos para subsistir. Albergan a más de 1.600 millones de personas que dependen directamente de los bosques para sobrevivir, muchos de ellos(as) pequeños(as)productores(as), y la humanidad entera depende indirectamente de ellos. Los bosques ejercen un rol clave en la erradicación de la pobreza y con ello el logro de metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Ahí también viven gran variedad de especies vegetales y animales que ayudan al equilibrio del planeta tierra. Su diversidad ecosistémica ayuda a combatir el cambio climático, es decir, que la ordenación y explotación sostenible de los bosques, incluidos los ecosistemas forestales frágiles, son fundamentales para mitigar los gases de efecto invernadero, y para cuidar la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.
De acuerdo con Naciones Unidas, son muchas las cosas que podemos hacer para ayudar a que los bosques y su biodiversidad continúen siendo los pulmones sanos del planeta. Por todos estos motivos es necesario apoyar la conservación de los bosques, y aplicar algunos de los siguientes consejos:
Reciclar y reutilizar materiales como papel, cartón plástico, aluminio, entre otros,actividades que forman parte del modelo de economía circular.
Evitar encender fogatas que emiten gases de efecto invernadero.
Sembrar plantas y árboles para reducir tu huella de carbono y contribuir a la conservación del planeta.
De las más de 7000 lenguas que se hablan en el mundo -unas 6700 originarias-, 3000 podrían extinguirse antes de fin de siglo si no se actúa de inmediato. En el mayor esfuerzo orquestado hasta ahora, la ONU proclama un decenio para proteger esos idiomas y preservar el cúmulo de historia y conocimientos que conllevan.
El principio de la libre determinación y el derecho a utilizar y transmitir a las generaciones futuras, de forma oral y escrita, lenguas que reflejen las ideas y valores de los pueblos indígenas; al igual que la igualdad de trato de los idiomas originarios con respecto a otras lenguas, son los pilares fundamentales del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas que empezó con el año.
Esos principios y derechos, estipulados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, guiarán durante los próximos diez años la iniciativa que busca impedir la desaparición de miles de lenguas que encierran las identidades, conocimientos y tradiciones de igual número de naciones en el mundo.
La población del planeta se comunica actualmente en más de 7000 idiomas, 6700 de los cuales son indígenas. Lamentablemente, al menos 3000 de ellos corren el riesgo de extinguirse.
A un ritmo de una cada dos semanas, las lenguas indígenas están muriendo, llevándose consigo la cosmogonía singular de los pueblos que las hablan.
Sierra Nevada de Santa Marta es un paraje abundante en agua, de mañanas calientes y noches frías, con picos de más de cinco mil metros de altura cuyas nieves desembocan en el Caribe colombiano y está protegido por la comunidad indígena de los Arhuacos. UNODC/Laura Rodríguez Navarro
Un año no fue suficiente
Para revertir esta tragedia cultural, los Estados miembros de la ONU celebraron el Año Internacional de las Lenguas Indígenas en 2019, logrando llamar la atención sobre el tema con eventos y actividades en todo el mundo.
La resolución establece que durante ese periodo se cree conciencia sobre la grave pérdida de lenguas indígenas y la necesidad apremiante de conservarlas, revitalizarlas y promoverlas tomando medidas urgentes a nivel nacional e internacional.
El texto dispone que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) coordine las actividades para el propósito y exhorta a los Estados miembros a analizar la posibilidad de establecer mecanismos nacionales con fondos suficientes que contribuyan al éxito del mayor esfuerzo concertado hasta el momento para preservar las lenguas indígenas.
El Decenio también invita a los pueblos indígenas, como custodios de sus lenguas, a que participen e implementen las medidas apropiadas para la celebración del Decenio Internacional.
Mujeres indígenas celebran la ceremonia de apertura antes del inicio del Foro de Igualdad Generacional en Ciudad de México. ONU Mujeres/Paola Garcia
La primera reunión
La planificación de la iniciativa comenzó en la Ciudad de México en febrero de 2020 con una reunión de Alto Nivel en la que la comunidad internacional definió las metas y acciones a desarrollar.
En esa ocasión, los participantes recordaron que si bien los indígenas constituyen una parte relativamente pequeña de la población mundial, representan la mayor diversidad cultural y lingüística del planeta y sus territorios contienen la reserva más grande de biodiversidad.
Además, coincidieron al afirmar que preservar las lenguas indígenas supone preservar la herencia común de la humanidad.
Niños indígenas en el Amazonas. OPS/Karen González
Drama universal
La directora de la UNESCO, Audrey Azoulay, presente en el evento, aseguró que perder esas lenguas sería «un drama universal, una reducción antropológica», puesto que son un vehículo de valores y una trama de saberes de las múltiples interpretaciones del mundo.
Por eso es preciso asegurar la transmisión de las lenguas y valorar el patrimonio inmaterial, como también es prioridad poner freno a las amenazas contra los pueblos indígenas, a su exclusión y a la sobre explotación de los recursos naturales en sus territorios, dijo Azoulay.
«Y para crear conciencia necesitamos voces fuertes, como la de Yalitza», concluyó la titular de la UNESCO, refiriéndose a la actriz mexicana indígena Yalitza Aparicio, embajadora de Buena Voluntad para los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
El nombramiento de Yalitza Aparicio data de 2019 y conlleva la misión de apoyar a la UNESCO para garantizar la integración y los derechos de los pueblos indígenas en todo el mundo.
Parte de esa labor debería lograrse mediante la salvaguardia y la celebración del patrimonio cultural indígena, así como a través de la integración de los conocimientos indígenas en la gestión del medio ambiente, la preservación de la biodiversidad y la adaptación al cambio climático, y la igualdad de acceso de los pueblos indígenas a la educación.
En la reunión de México, la actriz y activista de los derechos indígenas y de las mujeres sostuvo que la preservación de las lenguas indígenas «va más allá de la riqueza lingüística», porque «aporta soluciones a problemas sociales y ambientales».
«Tenemos mucho que aportar», en cuanto a la forma de cuidar el medio ambiente, la plantas y los animales.
«Muchos de nuestros padres optan por no transmitir su lengua, porque es motivo de exclusión», pero «para estar donde estamos, no tuvimos que bajar los ojos ante ofensas. Al contrario, fue necesario compartir el orgullo que tenemos por nuestra identidad. Somos orgullosos de nuestro color de piel, de nuestros valores e historia. Somos orgullosos de nosotros», dijo entonces Yalitza Aparicio.
Antes, en una entrevista con Noticias ONU, la actriz oaxaqueña había resaltado su amor por los idiomas originarios, aseverando que trabajar en su defensa le «llena el alma».
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