Chile
Editores de la Revista Think Spanish
«Aquí está el bastón, disponed de él y del mando». Con estas palabras inició Mateo de Toro y Zambrano, Gobernador de Chile en ese momento, la sesión de Cabildo Abierto a la que acudieron los máximos representantes de la ciudad y vecinos más importantes. Esta reunión, el 18 de septiembre de 1810, era el primer paso hacia la independencia de su país: los chilenos unidos por el amor que tenían hacia su tierra, proclamaban su independencia de España, aunque tendrían que luchar un tiempo más para lograr su libertad total, ya que esta se concretó ocho años después (el 12 de febrero de 1818, luego de la Batalla de Maipú). Cada 18 de septiembre el pueblo chileno conmemora un nuevo aniversario de la Independencia nacional en las llamadas Fiestas Patrias. Cada 18 de septiembre festejan el nacimiento de Chile como una nación independiente, libre y con identidad propia.
¡A pura fiesta! Las Fiestas Patrias duran toda una semana, comenzando el 18. Estos días en general son feriados y los chilenos disfrutan de desfiles, bailes, juegos, música, comidas típicas y otras exhibiciones de orgullo nacional. En los desfiles, los «huasos» (campesinos a caballo), ataviados con sus vestimentas de gala, participan de los rodeos que se organizan para la ocasión.
Muchas de las celebraciones se organizan en «ramadas» o «fondas» cuyom origen data de aquella época: estos lugares de entretenimiento del pueblo, que se establecían en terrenos abiertos y donde se reunían a bailar, comer y distenderse.
Los músicos se instalaban en carros generalmente techados con caña o paja, y tocaban sus instrumentos para atraer compradores a las mesas cubiertas con tortas, licores y otras delicias. Hoy en día, rescatando la tradición e imitando las de entonces, las ramadas se arman temporalmente en fincas, predios o edificios abiertos con las terrazas cubiertas con paja y ramas de árboles y adornados con guirnaldas. Allí se ubican sillas y mesas dejando un lugar amplio para el baile: entre cumbias, polcas y cuecas, se ofrece una gran variedad de comidas típicas que incluye el asado, las empanadas y la chicha.
¡A jugar! Una de las características de estas fiestas es la cantidad de juegos tradicionales que se practican. Para nombrar solo algunos, «el palo ensebado» es uno de los preferidos: consiste en un palo de madera de cinco a seis metros de alto enterrado en la tierra, que se unta con grasa y que debe ser trepado por los competidores que, resbalando una y otra vez, luchan por alcanzar el premio que está en la cima. Otro de los juegos tradicionales es la «carrera de sacos»: los competidores corren metidos en bolsas o sacos de apillera.
Otros como el trompo, la rayuela, la pallana y las bolitas, también convocan a grandes y chicos. Y los juegos no solo están en la tierra sin también más arriba: durante toda esta semana patria, el cielo chileno se cubre de formas y colores en continuo movimiento. Es el reinado del «volantín» o barrilete, una de las actividades más populares.
En Leia & Pense em Espanhol – Alta Books Editora, 2011. (Trad. Isabella Nogueira).
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